Es una técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, denominados zonas de reflejo. Estas zonas de reflejo corresponden a distintas partes del cuerpo, por lo que masajeándolas de forma indirecta o refleja, los órganos, músculos u otras partes del cuerpo reciben un estímulo curativo. Para su realización no se requiere de ninguna sustancia o herramienta más que las propias manos, si bien acostumbra a utilizarse algo de aceite para poder masajear con más facilidad y fluidez. Por tanto, la técnica se realiza mediante la aplicación de un masaje manual que aplica presión en áreas reflejas de los pies con el que se consiguen efectos específicos en otras partes del cuerpo.
Indicado:
– Estrés
– Dolores de espalda y cuello
– Insomnio
– Cefaleas
– Trastornos digestivos
– Artritis
Beneficios:
– Efecto relajante que ayuda a eliminar el estrés.
– Regula el funcionamiento de los órganos del cuerpo.
– Efecto antinflamatorio( alivia el dolor).
– Potencia el sistema inmunitario. –
Estimulación de la circulación linfática y sanguínea.
Contraindicaciones:
– Enfermedades infecciosas agudas: síntoma más característico es la fiebre, en estos casos el organismo está reaccionando con el problema y no es conveniente intervenir con masaje podal. Se podría aliviar el dolor, si lo hay, presionando la zona refleja.
– Abdomen agudo: se podrá realizar solamente la exploración del pie para averiguar dónde está el problema.
– Flebitis o trombosis venosa.
– Enfermedades que precisen técnica quirúrgica de urgencia por ejemplo una apendicitis aguda.
– Trastornos locales de los pies heridas, hematomas, pequeñas venas hinchadas etc.
– Embarazos con riesgo o amenaza de aborto: se evitará masajear las zonas de útero ovario, hipófisis y plexo solar.